Desde la biblioteca

Sí, soy yo: el libro parlanchín. Posiblemente ya no os acordéis de mí. Lo comprendo; la culpa es mía y sólo mía.

He pasado las últimas semanas en el taller. Ya pensaba que no podrían hacer nada por mí, pero las manos cariñosas de la bibliotecaria me han devuelto a la vida.

Mis pastas están protegidas con cartulina y plástico, mi lomo es una obra de ingeniería y mis hojas no terminan de cerrarse del todo, pero… ¡sigo aquí!

Creía que era firme candidato a la lista del expurgo y ya había perdido la esperanza de volver a estar con mis compañeros de balda o de volver a sentir los dedos de una lectora emocionada acariciando cada una de mis páginas.

Tengo que confesar que pese al interés que la bibliotecaria estaba poniendo en recomponerme, no tenía ninguna esperanza. ¿Qué expectativa puede quedar en un libro que ha sido lanzado por el balcón de un octavo piso?

Sí. Hace unas semanas, entusiasmado, salí de la biblioteca en el bolso de una lectora. Me imaginaba horas y horas entre sus manos, sintiendo el roce de su dedo resiguiendo las líneas de mis caracteres; ya podía oír sus suspiros al llegar a las partes más emocionantes de mi historia. Me preparaba para absorber las lágrimas que estaba seguro derramaría al final.

¡Tonto!

Ella me dejó en la mesa de la sala, al lado de su sillón favorito y yo me dispuse a esperar, impaciente.

Su hijo de dos años apareció balbuceando con un dedo en la boca. Temblé. Sí, temblé al verlo venir. No he tenido muy buenas experiencias con los niños pequeños.

Ante mi impotencia, él golpeó la portada con su manita llena de babas, luego me agarró para zarandearme como si fuera un sonajero, mientras caminaba hacia el balcón con paso vacilante.

Mis caracteres se amotinaron, dispuestos a saltar de entre mis páginas, pero no les dio tiempo a escapar.

Apreté las hojas y recé a Gutemberg.

Fue en vano.

El niño me lanzó al vacío y caí, caí…

El duro suelo llegó antes de que pudiera decir mi título.

Estampado contra las baldosas, deshojado y maltrecho, creí que había llegado mi final. Las manos artríticas de un anciano me recogieron con torpeza. Imagino que vio el sello de la biblioteca impreso en mi interior, porque fue allí donde me llevó con su andar cansino.

Bueno, el resto ya os lo podéis imaginar.

Ahora, ya de nuevo en mi balda y tras haber contado a mis compañeros mi aparatoso accidente, estoy listo para ser prestado otra vez.

Que mi baqueteado aspecto no os impida conocer la preciosa historia que se dibuja en mi interior.

Por ahora nada más.

Desde la biblioteca:

¡¡¡¡Feliz Navidad y Próspero año 2012!!!!

Hasta otra,

B de Books, nuevo sello digital


Acabo de enterarme de que Ediciones B lanza su sello editorial generalista exclusivamente digital.

Publicará 300 ebooks al año (250 novedades y 50 títulos de fondo), y 4 Apps al año.

Con precios entre 1,99€ y 9,99€.

Los libros saldrán simultáneamente en papel y digital, pero a partir del año que viene publicarán inéditos exclusivamente en formato digital.

Una buena noticia para todos los lectores y lectoras.

Tengo el placer de comunicaros, también, que Asedio al corazón está a la venta en B de Books al precio de 5,99€

Mucha suerte a este nuevo sello.

Hasta otra,

Reseña de Asedio al corazón


Siempre me digo que no voy a volver a subir las reseñas que hacen de mis novelas. Luego, cuando las leo, no puedo evitar hacerlo.
Hoy os pongo la que ha hecho Leara en su blog Be Literature y tengo que decir que me han emocionado sus palabras.
A Leara la conocí en la presentación que hicimos en Málaga Ángeles Ibirika y yo. Una presentación estupenda de la mano de Loli Diaz.
Aún recuerdo que le dije, mientras le firmaba un ejemplar, que me hiciera saber su opinión de la novela, ya fuera buena o mala. Pues lo ha hecho y muy bien hecho, debo añadir.
¡Muchas gracias, cielo!

No me enrollo más y os dejo el enlace aquí.

Muchos besos a todos y a todas por estar ahí, por leerme y por contarme vuestras opiniones.

Entrevista en El Diván Romántico.


El martes día 20 de septiembre, Trinidad Palacios me hizo una entrevista para su programa radiofónico El Diván Romántico y que ella misma ha colgado en su blog De Amor, Libros y otras Historias.

Os pongo los enlaces por si os apetece escucharla.



Trini, muchas gracias por pensar en mí. Por tus preciosas palabras, tus ánimos, tu cariño...
Me sentí como en casa. Eres un cielo.
Muchos besos

Un par de reseñas más

Hacía unos días que no escribía en el blog.

La verdad es que últimamente no tengo mucho tiempo y, además, estoy inmersa en las correcciones de mi nueva novela.
Sé que sois muy comprensiv@s y me perdonaréis. ¡Gracias, sois unos soletes!

Hoy os traigo un par de críticas que acabo de descubrir y no he podido resistirme, ya lo sabéis, a compartirlas con vosotr@s.
Una la ha hecho Pilar Alonso para el blog Anika entre Libros.
¡Muchas gracias, Pilar, por tan bonitas palabras!


La otra reseña es de Elfred, en la página Web Románticas al Horizonte.
Lo cierto es que esta crítica me ha dejado muda. Nunca hubiera pensado que yo era valiente.
¡Mil gracias, cielo!


Un abrazo

Déjame que te cuente - entrevista

El día 24 de agosto, Eduardo Yañéz me hizo una preciosa entrevista para su programa, Déjame que te cuente de Onda Cero.

Ahora, mi buena amiga y escritora, Ángeles Ibirika, ha cortado mi intervención y la ha subido al You Tube.
Os lo pongo aquí para que podáis escucharla si os apetece.
¡Muchas gracias a los dos! Sois estupendos.

Un abrazo,

Y otra más


Hoy han colgado una crítica en el blog Alea Jacta Est.

¡Muchas gracias, Candy!
No quiero ser reiterativa, pero es que saber que la novela a gustado y que la aprecian, me llena de satisfacción. Como una madre a la que le alaban el hijo.
Y como siempre, si queréis leerla, pinchad aquí.

Muchas gracias por todo. Vuestros comentarios me dan alas para seguir escribiendo.

Desde México con buenos deseos

Hoy he recibido otra reseña sobre Asedio al corazón.

Esta vez viene desde México de la mano de Samantha en su blog Un rayo en la oscuridad.
¡Muchas gracias, guapetona!
Si os apetece leerla pinchad aquí.

Siempre que recibo noticias de lectoras o lectores que han leído mi novela y que me cuentan lo mucho que han disfrutado con su lectura me emociono.
No es extraño, al fin y al cabo pongo el corazón en todo el proceso de escritura y buscas despertar una sonrisa en quien lo lee. Cuando lo consigo, es... ¡fantástico!

Gracias por leer mis novelas, por comentarlas y sobre todo por estar ahí.

Sorteo de Asedio al corazón en ADARDE



Pues sí, es muy fácil. Puedes dejar un post en la entrada del blog de ADARDE. El plazo es desde el día 8 hasta el 22 de agosto.
Ánimo y suerte.

Reseña de Tiempo de hechizos


Voy a continuar con las reseñas y esta vez os pongo una que acabo de descubrir. Esta vez se trata de Tiempo de hechizos. La ha hecho Candy del blog Alea Jacta Est.

Si queréis leerla, pinchad aquí.

Candy, me alegro mucho de que lo hayas disfrutado y desde aquí te doy las gracias por tu bonita y cálida reseña.
¡Muchas gracias, cielo!
Hasta otra,

Una reseña de A través del tiempo y otra de Asedio al corazón




Sí, el otro día descubrí que una forera de Autoras en la sombra había subido una crítica de A través del tiempo y he querido colgarla del blog para compartirla con todos vosotros.

Cada vez que encuentro una reseña de A través del tiempo me emociono como el primer día. Es una satisfacción muy grande saber que su lectura ha hecho disfrutar.
¡¡¡Muchas gracias, Martika, por tus dulces y emotivas palabras!!!
Si queréis leer la crítica, pinchad aquí.

También he encontrado una reseña de Asedio al corazón. Esta vez ha sido Beatriz en su blog Paisajes Románticos.
He dicho en muchas ocasiones que intento documentarme lo mejor posible para cada novela. Me gusta ambientarlas lo mejor posible. Intentar que el lector sienta que está en el San Sebastián del siglo XVIII, ya sea paseando por sus calles, por la playa o en un bergantín.
Pienso que es importante y que le da vida a la historia. La hace más creíble.
Por eso, que una lectora lo valore es, sencillamente, maravilloso y hace que pienses: "Bueno, pues parece que no lo he hecho tan mal."
¡¡¡Mil gracias, Beatriz!!! Seguiré esforzándome para hacerlo mejor cada día; sé que aún me queda mucho que aprender.
Si también quieres leer la reseña, pincha aquí.

Os doy las gracias a todos por seguir este blog, por leer mis novelas, por vuestras palabras de apoyo, por vuestras críticas y sobre todo, por estar ahí.
Un abrazo,

Un día extraordinario


Ya sé que han pasado casi quince días y os pido perdón por el retraso. La culpa la tienen unos personajes que se empeñan en no dejarme tranquila en ningún momento.

Les he prometido que terminaría su historia este mes y se lo han tomado tan en serio que no me dejan ni a sol ni a sombra. Como si quisieran que fuera ya mismo.

El día seis fue un día muy especial: presentaba Asedio al corazón en la ciudad donde se desarrolla la novela. Todo un lujo y un placer.

Mª José Álvarez hizo las veces de presentadora y pese a ser su primera vez, lo hizo genial. ¡Gracias, corazón, por ofrecerte!

Se centró en la ambientación histórica y en los personajes, alabando ambas cosas y sacándome los colores con sus palabras. De paso, arrancó varios suspiros a las personas que fueron al evento, con su descripción de cierta ducha al aire libre…

Tengo muy buen recuerdo de la presentación y quiero daros las gracias a todos los que fuisteis a vernos. Erais tantos que no me dio tiempo a saludaros a todos.

También agradezco a todas las personas que no podían asistir y me escribieron o llamaron para darme su apoyo.

Y, por supuesto, a todos aquellos que habéis leído mis novelas: ¡muchas gracias!

¡Ya voy!

Os dejo, estos dos ya se han cansado de esperar y quieren que les dedique todo mi tiempo.

Hasta otra.

Ya he vuelto del I Encuentro Diván Romántico


Este fin de semana se ha celebrado el I Encuentro Diván Romántico en A Coruña y solo puedo decir que ha sido maravilloso. Un fin de semana lleno de risas y felicidad.

Lo primero, quiero dar las gracias a Trinidad Palacios por la estupenda organización del evento. Por su preocupación por la comodidad de todos los asistentes. Por hacer que todos nos sintiéramos como en casa. Cariño, todo ha salido fenomenal y has demostrado ser una extraordinaria anfitriona.

Ha sido un inmenso placer volver a ver a compañeras escritoras, conocer a las nuevas incorporaciones a este mundo literario y poder charlar un poco de lo que más nos gusta, ¡la novela romántica! Cada vez somos más y eso es genial.

Hablar del género con lectoras, escuchar sus valiosas opiniones, sus críticas, sus consejos es algo que me llena, me satisface y me hace pensar. Chicas, sin vosotras no sería nada. Gracias por estar ahí y por vuestro cariño.

Y no me queda nada más que solicitar a Trinidad que vaya preparando el II Encuentro Diván Romántico para volveros a ver.

Animaos a ir al próximo encuentro. Nos lo pasaremos bien.

Un abrazo enorme y hasta pronto,

Os dejo una foto del grupo de autoras que estuvimos en el evento.

¿Cómo los consigo?


Hola a tod@,


Varias veces me he encontrado con lectores que me han preguntado dónde comprar mis dos primeras novelas, A través del tiempo y Tiempo de hechizos.
Por problemas de distribución solo se venden por Internet a través de los propios editores.
Si queréis conseguirlos solo tenéis que escribir a christer@catranslations.com y allí os los facilitaran sin problemas.

Muchas gracias a todos.
Un abrazo,

Nueva reseña


Pues sí. Acabo de encontrar otra preciosa reseña de Asedio al corazón.

Esta vez ha sido Carmen Cano en su blog Entre libros quien la ha hecho.
Gracias Carmen por tu dulzura al hablar de Armand y Camila, y por tus cariñosas palabras.
Si queréis leerla pinchad aquí.

No sé si me creeréis, pero yo lo digo igualmente: cada crítica me emociona, me llena de satisfacción, me llega al alma y me empuja a seguir escribiendo. A seguir esforzándome en documentarme para tratar de hacer las historias creíbles, casi reales.
No sé si lo consigo, pero pongo todo mi empeño en lograrlo.

Os doy las gracias por leer mis novelas. Esa es la razón de su existencia. La razón por la que los personajes me van contando su historia. Ellos os quieren hacer partícipes de sus vivencias.

Un abrazo,

Presentación de Asedio al corazón


Hoy quiero invitaros a la presentación de Asedio al corazón que tendrá lugar el día 6 de julio a las 19h. en la Fnac de San Sebastián.


Si tenéis ocasión y tiempo, os espero por allí. Me encantaría saludaros.

Un abrazo,

Desde El Rincón de la Novela Romántica


Me encanta saber las opiniones de quienes leen mi novela, por eso las voy colgando aquí, por si a vosotr@s también os apetece conocerlas.

Katon ha escrito una reseña muy tierna en El Rincón de la Novela Romántica.
Si queréis leerla, pinchad aquí.

¡Katon, muchas gracias por tus palabras! Me llenan el corazón.

Un abrazo.

Estoy emocionada

Sí, es cierto. Estoy emocionada.

Cuando el día cuatro del mes pasado salió a la venta Asedio al corazón tuve mucho miedo de saber las reacciones de las lectoras.
Sigo sintiendo miedo, es cierto, pero no puedo estar más satisfecha con la acogida que está teniendo.
Atesoro las reseñas que voy encontrando, pues me llenan de emoción y me dan pie a seguir haciendo algo que me gusta, escribir, crear historias y personajes.

Ahora os muestro una que han colgado en el blog Miss Lea.
Si queréis leerla pinchad aquí.
ML, muchísimas gracias. Te lo he dicho en otro lado, pero no me canso de repetirlo, me has llegado al corazón con tus palabras. Gracias.

Un abrazo a tod@s y hasta otra.

Y otra más...


Acabo de descubrir que en el blog El Salón De Té De Dama han colgado una nueva reseña de Asedio al corazón.

Estoy tan encantada con la acogida que está teniendo esta novela y con las preciosas críticas que se está llevando, que casi no me lo creo.
¡Muchas gracias, Dama!
No sabes cuánto me alegra saber que te ha gustado y tendré en cuenta las cosas que no te han parecido tan bien, para seguir aprendiendo en este trabajo y mejorar de cara a futuras novelas.

Si queréis leerla pinchad aquí.
Muchas gracias por estar ahí.
Un abrazo,

Otra reseña más...



Pues sí, para qué negarlo. Estoy encantada con la reseña que ha hecho Trini en su blog De Amor, Libros y otras Historias

Si queréis leerla, pinchad aquí
¡Muchas gracias, Trini!
Con palabras como las tuyas es fácil creérselo.
Muchos besos,

I Encuentro Diván Romántico


Hoy os quiero hablar de algo estupendo que se va a organizar en A Coruña:

El I Encuentro Diván Romántico se trata de un evento sin ánimo de lucro y que se celebrará el sábado 2 de Julio de 2011 en el Hotel Riazor de La Coruña a lo largo de todo el día. Incluyendo una comida en el mismo Hotel que tendrán que abonar cada una de las asistentes, a razón de 20 € por persona. No habrá cuotas de inscripción, ni de ningún otro tipo.

Pretende ser una reunión en la que se unirán Escritoras de Romántica españolas, Editore-as y Traductoras con aficionadas a este género literario; con la intención de que se establezca como cita anual en nuestra ciudad y llegue a convertirse en un referente a nivel nacional.

Celebraremos una jornada a lo largo de todo el día, con varias mesas redondas en las que se tratarán diversos temas relacionados con la Literatura Romántica y dónde las aficionadas podrán hacer preguntas a sus escritoras favoritas y participar activamente, incluyendo también varios sorteos y una firma de libros.

Pretendemos dar cobertura mediática al evento en prensa escrita, radio y televisión.

De momento asistirán al evento las siguientes autoras:

Amaya Felices, Amber Lake, Ángeles Ibirika, Helena Nieto, Julia Siles, Lucinda Gray, Megan Maxwell, Menchu Garcerán, Noelia Amarillo, Patricia Sutherland, Teresa Cameselle y Pilar Cabero.

Por parte de las editoriales:

Lucía de Vicente (Éride Editores), Mariché Gómez (El Maquinista) y Pepe de la Rosa (La Máquina China)

Si quieres asistir, sólo tienes que mandar un correo a encuentrodivanromantico@hotmail.es antes del día 15 de junio.

Anda, ¡ánimate!

Para más información puedes visitar el blog de la organizadora: De Amor, Libros y otras Historias

¡Muchas gracias a Trinidad Palacios, a Silvia Pardo y a Mª José Losada por organizar este fantástico evento!

Otra reseña de Asedio al corazón


Zuriñe ha escrito una preciosa crítica de Asedio al corazón en el foro de Autoras en la Sombra.

Si queréis leerla, pinchad aquí.
Muchísimas gracias, cariño. Me has emocionado.
Un beso.

Primera reseña de Asedio al corazón


Hoy quiero contar que Patri, del Blog Historias Susurradas, ha escrito una crítica sobre Asedio al corazón.

Desde aquí quiero darle las gracias por esta preciosa reseña. ¡¡¡¡Muchísimas gracias, cielo!!!!
Podéis leerla pinchando aquí.
Muchos besos,

Entrevista en El Rincón de la Novela Romántica



Quiero dar las gracias a las chicas de El Rincón de la Novela Romántica por la entrevista que me han hecho en su Web.

Si queréis leerla pinchad aquí.

Muchas gracias.

Un abrazo.

Entrevista en el blog Princesa

Anna, del blog Princesa, me ha hecho una entrevista y la ha colgado en su blog.

Os pego el enlace para que podáis leerla.

Princesa

¡Muchas gracias, Anna por pensar en mí!

Besitos

Asedio al corazón, Capítulo uno

Os pongo parte del primer capítulo.

Espero que os guste.
Un abrazo,

San Sebastián, 17 agosto de 1719

El sonido de los cañones por fin había cesado y, pese a las horas transcurridas, aún quedaba el eco en los oídos de los soldados y oficiales que recorrían el campo de batalla para entrar en la ciudad por la brecha abierta en la muralla. El olor acre de la pólvora impregnaba el aire y lo cubría con una nube densa. El incendio fortuito en el polvorín del castillo de la Mota seguía ardiendo, aunque con menos intensidad. Las gaviotas, molestas por el ruido, volaban graznando hacia el mar.

El calor resultaba sofocante y las moscas zumbaban por encima de aquel caos de cuerpos. El ritmo cadencioso del mar se veía sofocado por el relincho de los caballos asustados, entre los gemidos de los soldados heridos.

Armand Boudreaux se quitó el sombrero para secarse el sudor de la frente y se agachó para comprobar el estado de un soldado, que yacía desmadejado sobre la arena de la playa. Tal y como imaginaba: muerto. Apretó los dientes y le unió las manos sobre el pecho, destrozado por la metralla. Después de santiguarse, se dirigió al siguiente soldado, horadando la arena con paso rápido. Se colocó el sombrero de tres picos antes de inclinarse para tocar el cuello de ese pobre hombre, que tenía media cabeza cubierta de sangre. Le costó encontrarle el pulso, pues era demasiado débil, pero ahí estaba.

—¡Aquí! —llamó a los soldados encargados de las camillas para que lo llevasen ante el galeno—. ¡Éste vive!

Sintió los dedos de la mano izquierda manchados de algo caliente y viscoso, que goteaba sobre la arena. Volvía a sangrar y el hombro le dolía con saña. Con cuidado se quitó la casaca y miró la herida que le había hecho la bala de un mosquete en el hombro izquierdo. Debería curarlo lo antes posible. De un tirón desanudó la corbata y la aplicó a la herida para taponarla y cortar la hemorragia.

—Señor, si me lo permitís... deberíais ir al galeno para que os cierre ese agujero —le dijo uno de los camilleros al llegar allí.

—Más tarde, soldado —contestó escueto y volvió a ponerse la casaca, reprimiendo una mueca.

El camillero se alzó de hombros y ayudó a su compañero a levantar al herido, que gimió lastimeramente por el movimiento.

Armand continuó buscando sobrevivientes entre los cuerpos esparcidos por la playa. Era necesario hacerlo a la mayor brevedad porque la marea no tardaría en subir y dificultaría el proceso. Además, los heridos corrían peligro de ahogarse con las olas, que se acercaban inexorablemente a lamer la orilla. Y hasta era posible que el agua los arrastrara mar adentro.

Bajo el sol implacable prosiguió controlando las bajas. No eran muchas, afortunadamente, pero eran personas; muchachos jóvenes que habían perdido la vida lejos de sus casas, de sus familias.

Mientras cerraba los ojos sin vida de un soldado vio que otro corría a través de la playa, levantando arena a cada zancada. Reconoció el uniforme de los hombres del capitán Dubois y se le erizó el pelo de la nuca con un mal presentimiento.

—¿Capitán Boudreaux...? —preguntó al llegar hasta Armand con la cara congestionada por el calor. Se cuadró e hizo el saludo militar.

Oui. Descanse, soldado.

—Es... es vuestro hermano... —logró decir entre jadeos. La frente perlada de sudor y el pelo pegado al cráneo bajo el sombrero de tres picos—. Está malherido...

Por un instante fue como si todo quedase atrapado en hielo. Nada se movía. Poco a poco notó que, por debajo del retumbar de su corazón en los oídos, empezaba a escuchar el crujido de la arena bajo sus botas, el sonido del agua al penetrar en la arena, los gemidos de los soldados, el relincho ocasional de algún caballo o los gritos de las gaviotas. Todo sucedió en lo que duran dos parpadeos, pero para Armand fue como si hubiera pasado una eternidad.

Sacre Dieu! —siseó Armand al volver en sí, asustado. Y corrió hacia su caballo, con la espada golpeando contra su pierna izquierda. Debería haberlo imaginado. Pierre no tenía madera de soldado; era un erudito. Un maestro de escuela sin preparación para enfrentarse a un campo de batalla. Su mundo eran los libros, no las armas. Debería

haberlo evitado; si le sucedía algo a Pierre... —¿Dónde está? —preguntó al regresar sobre el caballo. Ange Noir

echó las orejas para atrás, asustado por los modales de su jinete, demasiado bruscos, y cabrioló con los ojos desorbitados—. So, mon Ange. —Le palmeó el cuello para tranquilizarlo y el animal se detuvo, moviendo las orejas hacia todos lados.

El soldado se lo señaló.

Merci! —gritó, antes de espolear al caballo y partir en la dirección señalada.



Los días de asedio habían llegado a su fin. La cesta permanecía en la mesa, repleta de hierbas medicinales, vendas y ungüentos, a la espera de que Camila de Gamboa se la llevara para atender a los soldados heridos. El mariscal duque de Berwick por fin había tomado la ciudad y su castillo, algo que hasta ese momento ni él mismo creía posible. Fue el incendio en el castillo de la Mota lo que inclinó la balanza en su favor.

Camila se miró en el espejo de la entrada para comprobar si llevaba el atuendo en orden. Como siempre, la imagen reflejada le desagradó profundamente. El vestido que antes se le ajustaba al cuerpo, realzando sus formas femeninas, ahora caía flojo y ponía de relieve la pérdida de peso. Así, toda vestida de negro, se veía como una cucaracha, pero a pesar de ello se negaba a prescindir de esas ropas tan lúgubres.

Se colocó el pañuelo almidonado sobre la cabeza, llevó los extremos hasta la nuca y los ató en la base de la trenza —aún demasiado corta—. Dejó las puntas graciosamente hacia fuera, al tiempo que dedicaba una mueca de desdén a su reflejo. Cada vez se veía más pálida y demacrada; las pecas oscuras destacaban sobre la piel blanca; los ojos ambarinos otrora brillantes estaban empañados por el cansancio; hasta el pelo castaño había perdido parte de su lustre. De un manotazo terminó de enderezarse el pañuelo; varios mechones se le escaparon por los lados, haciendo que suspirara con exasperación. Eso no había cambiado: era incapaz de mantener los rizos en su sitio. Sabía que le resultaría más fácil sujetárselo cuando el cabello adquiriera su antigua largura.

—¿Vais a salir otra vez, señora?

Se volvió para atender a la anciana sirvienta, no sin antes componer un remedo de sonrisa para que la mujer no sospechase su debilidad —como si tal cosa fuera posible—. Bajo la apariencia de una humilde sirvienta bajita y oronda como un barril, con los ojos pardos chispeantes de buen humor, en un rostro surcado de arrugas, se escondía una mente aguda y brillante, que engañaba a quienes pretendían ver en ella a una criada ignorante más. Pero nada escapaba al control de Juana de Iriarte.

—Sí, voy a ir a asistir a los heridos, Juana. Don Bernardo me ha pedido que vaya a ver a los soldados franceses... Todas las manos son pocas para tantos lesionados —anunció resuelta—. Vendré en cuanto pueda.

—Sí, señora... pero... —titubeó, visiblemente en desacuerdo con su ama—. ¿Creéis que es prudente hacer eso? Quiero decir que, des- pués de todo, nos atacaron. Son enemigos. Durante días hemos sufri- do su acoso...

—Es mi deber. Mi padre hubiera hecho lo mismo —atajó Camila, sabedora de que la vieja sirvienta jamás habría cuestionado cualquier decisión tomada por don Arturo de Gamboa, el médico de la ciudad—. Ya sabes lo que él pensaba de los pacientes...

—Sí, señora, lo recuerdo muy bien: todos son iguales a los ojos del Señor —terminó Juana, colocándole los mechones que se le habían escapado del pañuelo—. Pero vos, muchacha, necesitáis descansar. Lleváis todo el día atendiendo a los quemados del castillo. Miraos: estáis pálida y ojerosa. Desde que este estúpido asedio comenzó, sólo habéis venido a casa para cambiaros de ropa y reponer la cesta. Casi no habéis dormido... y no hablemos de comer. ¿Recordáis, señora, cuándo fue la última vez que os metisteis algo en ese cuerpo? ¡Válgameel Señor! Parecéis un palo vestido. Y ahora se os ha metido la idea de ir a ver al enemigo. ¡Ay, Señor! —Juntó las manos sobre el pecho como si rezara y alzó la vista al techo—. No creo que eso esté bien. —Los arrugados mofletes le temblaron al negar enérgicamente con la cabeza—. Deberíais quedaros en casa y reponer fuerzas. Eso es lo que deberíais hacer.

No había duda de que Juana no estaba de acuerdo con la idea de que ella fuese sola a visitar a las tropas del duque de Berwick, pero tendría que aguantarse. Ahora que todo había terminado, habría un montón de soldados a la espera de que sus heridas fueran curadas y ella no podía quedarse cruzada de brazos. Su conciencia no le dejaría descansar tranquila. Si bien eran sus adversarios, no dejaban de ser muchachos y hombres de carne y hueso que merecían asistencia médica. Hasta ese día, las únicas tropas que había atendido eran las de la propia ciudad, la guarnición donostiarra. Primero los asistió en el hospital que se había habilitado en el convento de San Telmo desde el veintisie- te de julio; desde el uno de agosto, tras la rendición del ayuntamiento y la retirada de la población junto con la guarnición, en el castillo de la Mota, en lo alto del monte Urgull. Pero hoy volvería al convento de los Dominicos, donde ahora estaban los franceses.

—Quédate tranquila, Juana, iré con cuidado. No soy una niña. —La sirvienta expresó su desdén con un sonoro bufido—. Volveré lo antes que pueda. No estaré sola; don Bernardo estará allí.

—Don Bernardo, don Bernardo. Más le valdría a ese hombre pen- sar un poco en vos y no llevaros de acá para allá, sin pensar ni por un momento en vuestra reputación —rezongó la anciana, meneando la cabeza con reproche—. Aunque nada más sea, dejad que Guido os acompañe...

—No hace falta. Deja que tu hijo se quede aquí. Estaba muy preocupado por las gallinas. —Camila sonrió con cariño, pensando en el hijo de Juana.

Guido de Arozena era un hombre de veintinueve años, tres mayor que ella, con la mentalidad de un niño de diez. Vivía en la casa con ellas y se encargaba de atender los animales y de las tareas más pesadas. Su estatura elevada y sus hombros anchos intimidaban a cualquiera que no lo conociera de antemano, pero en el fondo era totalmente inofensivo. Camila y él se habían criado juntos y se tenían un enorme cariño.

—Alégrate, Juana, ya estamos otra vez en casa... Mira —señaló a su alrededor—, hemos tenido suerte: no la han saqueado, está intacta. ¿No te sientes contenta?

—¿Contenta? Lo estaré cuando empecéis a pensar con esa cabeza que tenéis y permanezcáis en casa sin exponeros a nada. —Se tocó la sien con sus dedos gordezuelos, para dar más énfasis a sus palabras; luego alisó unas inexistentes arrugas de su delantal—. Vuestra actitud no gustará nada a doña Enriqueta.

—Juana, haga lo que haga, mi suegra jamás estará contenta conmigo. Las dos sabemos que nunca fui lo que esperaba para su adorado e idolatrado hijo. Me niego a que siga dirigiendo mi vida. Soy lo bastante mayor para saber lo que tengo que hacer. —Calló un momento para serenarse—. Si aparece Samuel, dile dónde estoy por si quiere ir...

—No irá, señora. Ya sabéis cómo es...

—Lo sé, Juana. Tengo la esperanza de que algún día cambie. Aho- ra quédate tranquila; volveré en cuanto pueda.

Camila tomó la cesta y salió de la casa antes de que tuviera que dar más explicaciones a la severa mujer.

—No sé por qué me molesto en preocuparme —se oyó desde el otro lado de la puerta—. ¡Válgame el Señor! Nadie hace caso de esta pobre vieja. Muchacha insensata. En mis tiempos... ¡Ay, en mis tiempos!

Camila sonrió para sí al pensar en Juana. Llevaba con la familia Gamboa más de treinta años y era como una madre para ella, pero en algunas ocasiones se tomaba muy en serio sus deberes y se tornaba demasiado sobreprotectora para su gusto; máxime ahora que no estaba don Arturo. Lo cierto es que Camila la quería mucho y por ello le perdonaba que, de vez en cuando, olvidase que ella no era una niña necesitada de protección.

Volvió la cabeza para mirar la casa donde había nacido. Era una sencilla vivienda de tres plantas, como casi todas las de la ciudad. La mayor parte de la planta baja estaba ocupada por la cuadra donde guardaban las gallinas, una vaca lechera y el caballo de su padre. Gracias al Cielo, los soldados franceses no habían requisado las gallinas que dejaron al alojarse en el castillo con el resto de los ciudadanos que no habían huido cuando todavía era posible; de ese modo podrían disponer de huevos y carne. La habitación donde su padre había tenido laconsulta médica también estaba en ese nivel. A un lado de la cuadra, un pequeño patio cuadrado servía para que las aves correteasen libremente y picoteasen la hierba que crecía en el suelo, entre cantos rodados. Sobre la cuadra se encontraba la cocina, el cuarto de Juana, uno más pequeño para Guido y una habitación donde recibían a las visitas, comedor adicional para celebraciones. En la segunda planta, cuatro dormitorios; arriba del todo, la buhardilla. Precisamente ése era el lugar preferido de Camila. Le encantaba aquella estancia de techos inclinados tachonados de clavos, donde colgaba a secar los atados de plantas medicinales que ella misma recolectaba; las baldas, que soportaban el peso de los distintos botes de barro, madera o vidrio llenos de ungüentos y pomadas; la gran mesa, sobre la cual preparaba las mezclas que se convertirían más tarde en tisanas o emplastos, y por encima de todo, el olor: un aroma compuesto por una mezcolanza de todas las plantas y flores que allí guardaba. Aquél era su refugio, tal como antes lo había sido de su padre. Allí, juntos, habían pasado incontables horas mientras don Arturo le enseñaba las diferentes plantas medicinales y sus propiedades terapéuticas.

Un golpe en el hombro puso fin a sus pensamientos. Levantó la cabeza, aturdida, antes de oír una sarta de improperios en francés.

Mon Dieu, madame, mirad por dónde camináis! —le gritó un ceñudo oficial desde su imponente montura. Luego continuó a galope tendido, sujetando a duras penas a un soldado que llevaba atravesado sobre la cruz del caballo.

Cuando el sonido de los cascos se perdió en la distancia, Camila pareció volver en sí; ensimismada como estaba en los recuerdos, no se había percatado de que estaba rebasando una esquina sin mirar si venía alguien por la otra calle. Al tocarse el hombro golpeado sintió humedad en la palma de la mano. Era sangre del herido que transportaba el oficial. Supuso que por eso llevaba tanta prisa. Era una suerte que vistiera de negro; de ese modo la mancha era menos visible. Aceleró sus pasos para llegar cuanto antes al convento de San Telmo; don Bernardo necesitaba su ayuda. Probablemente no daría abasto entre tantos heridos.

¡Portada y fecha!


¡Hola!

Ya está la portada de Asedio al corazón y, por supuesto, no podía dejar de enseñárosla.

Espero que os guste.

También quiero deciros que la novela saldrá a la venta el día 4 de mayo. Ay, sólo queda un mes… Ya puedo contar los días.

Muchos besos,

Próxima publicación


¡Hola!

Tengo el inmenso placer de anunciaros que en mayo saldrá publicada mi tercera novela, “Asedio al corazón”.

Será el sello Vergara en la colección Amor y Aventura.

Aún no puedo poneros la portada, pero os dejo la sinopsis:

ASEDIO AL CORAZÓN

San Sebastián. 17 de Agosto de 1719.

Por fin, tras un largo asedio, y la inesperada ayuda del incendio del castillo de la Mota, el Mariscal Duque de Berwick había conseguido tomar la ciudad.

El capitán francés Armand Boudreaux busca supervivientes en el campo de batalla sin saber que va a encontrar malherido a su propio hermano.

Camila es hija del difunto médico, don Arturo de Gamboa, del que todos decían que tenía el Don cuando tocaba a los enfermos. Ella no, pero ayuda en lo que puede socorriendo tanto a españoles como a franceses, criada en la compasión a cualquier ser humano.

Boudreaux sólo tiene dos prioridades en la vida: salvar a su hermano y preservar su corazón, destrozado por una esposa infiel. Camila tiene otras dos: proteger a un pequeño huérfano y dedicarse en cuerpo y alma a su trabajo de sanadora y a sus pócimas; el amor no puede existir para una mujer estéril.

Ninguno de los dos cuenta con que ni batallas, ni enemistad entre sus países, ni siquiera sus propios deseos, deberán luchar contra una pasión que les arrastrará.

Espero que os guste.

Besitos.

Mi primer Encuentro


Estoy agotado. Tengo las páginas un poco despeinadas y los bordes de las pastas abarquillados. Mi última lectora me acaba de dejar en la biblioteca. ¡Sin leerme! ¿Os lo podéis creer?
No sé si enfadarme con ella por semejante desconsideración; pero por otro lado, he de reconocer que la pobrecita no ha tenido tiempo.
Os lo cuento, que me deshojo de ganas.
El sábado me llevó al “I Encuentro de Yo leo RA”.
¡¡¡¡Síiii!!!! Estuve allí.
Se celebró en San Sebastián de los Reyes y fue todo un éxito.
Lo había organizado —muy bien, por cierto— Merche de Yo leo RA y acudieron un montón de autoras del género y muchísimas lectoras (lectores, también).
Sí, podéis imaginar lo que fue aquello. Todo un día para hablar de novela romántica (hubieran necesitado más). Un montón de lectoras comentando lo que les gustaba del género (qué satisfacción escucharlas). Casi todas las autoras españolas reunidas hablando de sus novelas.
Ains… aún tengo la tinta fresca de tanta emoción y se me alborotan los caracteres solo de recordarlo.
Fue fantástico y casi me hace perdonar que no me haya leído. Casi.
Espero que este encuentro se vuelva a repetir y que, otra vez, me lleven para presenciarlo todo.
Y ahora, perdonadme, pero voy a contarles a mis compañeros de balda, todo lo que sucedió en este fin de semana tan ajetreado.
Para que no os enfadéis, os dejo una fotografía de casi todas las autoras que asistieron.
Hasta la próxima.
Todos los derechos reservados©

Pilar Cabero - escritora

Pilar Cabero - escritora
Bienvenida amable lectora y también a ti, lector, a mi humilde casa. Elige un sitio para sentarte y ponte lo más cómodo posible. Sí, ese de ahí está bien. Deja las prisas fuera y disfruta del momento. Puedes quitarte los zapatos y arrellanarte en el sofá. Si tienes paciencia y esperas un poco, pondré algo de música para ambientar. Espero que pases un rato agradable y siéntete como en tu casa.

Puedes escribirme en: correo
Gracias por tu visita.

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