El cumpleaños de Jesús.

Hace unas noches, cuando apagaron las luces, hubo revuelo en la biblioteca.
La Biblia andaba enfadada por la llegada de las Navidades. Ninguno de nosotros entendía su ofuscación. Se suponía que tendría que estar contenta porque tenía muchas posibilidades de salir de la biblioteca. Pero ella estaba muy molesta porque lo más probable es que no fuera así.
Se quejaba porque en los últimos años se ha ido perdiendo el espíritu de la Navidad; que apenas nadie se acuerda de lo que significan estos días.
Decía que la Navidad se ha convertido en una fiesta de consumir. Como si lo más importante fuera lo elaborado del menú o la cantidad de obsequios que se recibieran o que se hicieran.
Nos preguntó si alguno de nosotros nos acordábamos de qué era lo que se celebraba durante la Noche Buena. Y tengo que decir que muy pocos supimos contestar correctamente.
Nos contó con tanto sentimiento la historia del nacimiento de Jesús de Nazaret, que muchos de nosotros nos vimos en el apuro de tener que contener el lagrimeo de caracteres.
Hemos quedado en preguntarles a los libros que han pasado la Navidad fuera de la biblioteca para saber cómo la han celebrado sus lectores.
A ver qué nos cuentan.
Hasta otra y Feliz Navidad.
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Tiempo de hechizos - Sinopsis


Tras la muerte de su mujer y de su hija recién nacida, el galeno Yago Izaguirre se refugia en el alcohol. Al regresar al hogar paterno, cree descubrir que su padre tiene amores con la hija del herbolario local, a la que se creía desaparecida.

“Una bruja sin escrúpulos”, según palabras del propio Yago.

Micaela acaba de perder a su padre, apenas seis meses después de reencontrarse con él, y se distrae de su dolor con su trabajo de herbolaria y el afecto que le brinda el matrimonio Izaguirre.

Pese a la animosidad que le demuestra el joven galeno, la muchacha se siente cada vez más atraída por él. Pero la llegada de un antiguo pretendiente, decidido a casarse con ella, lo pone todo patas arriba. Ahora pende sobre Micaela una acusación de brujería.
Nota: La ilustración es de Nelida Balaguer, una ilustradora genial.

Me forran, qué le voy a hacer... Memorias de un libro romántico.


Ya os he hablado de que mi portada es un poco… ¿cómo diríamos? Un poco subida de tono. Hay una pareja en actitud amorosa, por decirlo de una manera sutil. A mí más bien me parece que ella está que se deshace de gusto. Claro, que con el hombre que tiene al lado… pues cómo para no hacerlo.
Lo sé por lo que dicen las lectoras, que a mí, los hombres, ni fu ni fa. Ya sabéis que los que me ponen son los libros de cuero repujado que…
Vale, que me lanzo y ya no paro. Ay, esperad un momento que me acomodé los caracteres que se han puesto nerviosos al mencionar el cuero.
¡Ya está! ¿Por dónde iba? Ah, sí, las portadas…
Lo cierto es que muy pocas veces mi portada ha visto la luz de la calle. Generalmente me forran. Parece que les da vergüenza que les vean conmigo en las manos cuando van en el autobús, en el metro, en el tren… ¿Qué pensaran los demás si me ven con esto? Seguro que se preguntan.
Así que yo termino forradito.
Unas veces se esmeran en buscar un papel bonito. Como si fueran a envolverme para regalo. Me han vestido con papeles de flores, ositos de peluche, corazones; con papeles de un solo color; brillantes.
En otras ocasiones, se han limitado a cubrir mi explosiva portada con papel de periódico, que luego les mancha las manos de tinta y terminan tiznando mis páginas.
Hay gente muy desconsiderada.
No voy a decir que páginas en concreto han utilizado, porque han sido de todas. He pasado por deportes, anuncios por palabras (hay que ver cómo andan los pisos), la sección internacional y hasta las necrológicas. Que digo yo, ¿no habrá páginas más alegres?
El papel couché de las revistas del corazón también ha servido para ocultarme. Así que he paseado cubierto por los rostros de todo famoso que pulula por ahí.
Tengo que decir que últimamente me forran menos. ¿Será que han perdido la vergüenza a que les vean conmigo en las manos? o que, como cada vez son más las y los que leen novela romántica, ¿eso les da valor para no ocultarme?
En cualquier caso, forrado o sin forrar: ¡Por favor, leedme!
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Asedio al corazón - Sinopsis


17 de agosto de 1719. Tras varias semanas de asedio el duque de Berwick entra en San Sebastián.
Camila de Gamboa, una curandera local, se ve en la obligación de hospedar en su casa al capitán Armand Boudreaux y a su hermano malherido como pago de una deuda de honor que, doce años antes, contrajo su difunto padre con él.
De no ser por esa deuda ella jamás los habría alojado allí. Es viuda y vive sola; no está bien visto que comparta vivienda con dos hombres solteros. Las opciones que presenta para atender al herido fuera de su domicilio no son aceptadas por el capitán, que insiste con terquedad en que sea allí.
Desde el principio existe un antagonismo entre Armand y Camila que parece crecer con el paso de los días. En lo único en que están de acuerdo es en el restablecimiento de Pierre, a quien Camila se desvive por atender, sin importarle los rumores sobre el capitán Boudreaux, del que dicen ha matado a su mujer embarazada.
Obligados a compartir vivienda, poco a poco van descubriendo que las primeras impresiones no siempre son las más acertadas.
¿Serán capaces de solventar sus diferencias, olvidar un pasado que les atormenta y admitir sus sentimientos?

El regreso. Continuación de Memorias de un libro romántico.


Hoy es el día de entrega y mi lector tiene que devolverme a la biblioteca. He convivido con él (es un hombre) durante tres semanas. El pobre apenas tiene tiempo para leer. Trabaja mucho y cuando llega a casa, entre atender a sus hijos y a su mujer, se le va el rato.
El trabajo le estresa tanto, que necesita algo para olvidarse de los sinsabores del día. Antes de acostarse aprovecha para leer un ratito. Anoche acabó con mi historia y sonrió. Ha tenido sueños hermosos, porque al despertarse aún le duraba la sonrisa.
Luego se ha vuelto hacia su mujer y la ha despertado a besos. He sido testigo involuntario, desde la mesilla donde me dejó anoche, de su interludio romántico y para ser honesto: mis caracteres se han alterado un poco con las palabras susurradas, los gemidos y esos roces incendiarios.
Aún a riesgo de repetirme: la realidad supera a la ficción.
Después, los he oído cantar en la ducha y me he alegrado por ellos. Las miradas cruzadas por encima de la mesa del desayuno habrían sido capaces de derretir un iceberg. Por eso sé que han debido de contenerse para no hacer nada indecoroso delante de los niños.
Tras despedirse de todos, mi lector se ha marchado al trabajo y ha pasado la mayor parte del día sin dejar que le afectasen los problemas con los que se enfrenta a diario y que no puede solucionar.
Al salir nos hemos ido a mi casa. La bibliotecaria le ha saludado como a un amigo y le ha recomendado el último libro de SEP que acababa de llegar y que aún no se habían llevado.
Y, sí, os lo tengo que decir porque de lo contrario, reviento: Ahora, entre susurros, están comentando mi argumento y los dos coinciden en que les gusta mucho.
¡Por Cervantes! Estoy que me deshago de gusto.
Él le ha dicho que si la portada fuera menos sugerente, los hombres no tendrían reparo en cogerme. Ella está totalmente de acuerdo.
Bueno, siempre está la posibilidad de que forren. Otro día os contaré los forros que han llegado a ponerme.
Hasta otra. Todos los derechos reservados©

Pilar Cabero - escritora

Pilar Cabero - escritora
Bienvenida amable lectora y también a ti, lector, a mi humilde casa. Elige un sitio para sentarte y ponte lo más cómodo posible. Sí, ese de ahí está bien. Deja las prisas fuera y disfruta del momento. Puedes quitarte los zapatos y arrellanarte en el sofá. Si tienes paciencia y esperas un poco, pondré algo de música para ambientar. Espero que pases un rato agradable y siéntete como en tu casa.

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