Vuelta a la normalidad

Ya hemos cambiado de año y casi mediado el primer mes. El tiempo va que vuela.

En la biblioteca todo vuelve a la normalidad. ¡Ya era hora!

Muchos de nosotros hemos pasado la Navidad con nuestros lectores; otros la han pasado en su balda.

Este año no ha sido una ventaja estar fuera de la biblioteca. Mi lectora ha estado tan ocupada preparando cenas, comidas y demás, que casi no ha tenido tiempo para mí. La pobre mujer apenas ha podido leer más de un capítulo seguido, y eso que mi historia la tenía enganchada. Me ha dado mucha pena. Creo que ha terminado harta de fiestas y celebraciones.

El otro día, cuando me trajo a la biblioteca, prometió volver a llevarme otro día para releerme con tranquilidad. Espero que lo haga pronto. Detesto que me lean sin atención.

¿Qué queréis? ¿Acaso os gusta que, cuando estrenáis ropa, sólo os echen un mísero vistazo? ¿o qué cuando estáis contando algo, no os presten la debida atención? Claro que no, ¿verdad? Pues eso, a mí tampoco.

Mi compañero de balda se ha quedado aquí durante todas las fiestas. Me ha contado que ha habido mucho movimiento en la biblioteca. La pareja de ancianos —ya sabéis, la que se peleaba por el periódico—, ha seguido compartiendo el diario y ahora, cada mañana, se saludan cordialmente.

Uno de los libros de la H, les ha visto tomar café en la maquina de abajo.

¡Uy, uy, uy! Presiento que nos encontramos ante el nacimiento de algo importante.

Yo creo que es amor. ¡Sí! ¿Por qué no?

Mis compañeros dicen que no es nada de eso, que soy un iluso. ¿Qué sabrán ellos?

A vosotros, ¿qué os parece?

¡Ay! Os dejo. Se acerca una lectora de novela romántica y tengo que estar preparado.

¡Hojas! ¡A formar! Esos caracteres bien puestos. Las hojas bien derechas. Aguantad la respiración.

¡Ya está aquí!

Hasta otra.

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14 comentarios:

Doña María 11 de enero de 2010, 21:05  

Oye, Pili. ¿Dónde dices que está esa biblioteca donde los viejos se dedican a ligar como jovenzuelos?

Pilar Cabero 11 de enero de 2010, 21:49  

¡Ay, doña María! Está muy cerca de usted. ¿Ha pensado en venir en autobús?
Pídale a su nieta, la licenciada, que le acerque hasta la estación. Seguro que está encantada.
Besitos

Ángeles Ibirika 15 de enero de 2010, 20:25  

Una biblioteca puede convertirse, en el segundo en el que se cruzan dos miradas, en el lugar más romántico del mundo... ¿por qué no?

Gracias, Pilar. Me ha encantado esta entrada al nuevo año.

Besossssssssssssss

Pilar Cabero 15 de enero de 2010, 22:49  

Como suelen decir, Ángeles: el amor está en cualquier parte.
Me alegra saber que te ha gustado.
Besitos

Nieves 18 de enero de 2010, 14:51  

¡Original! Si empiezas así el año,Pilar, no quiero pensar cómo vas a acabarlo.

Me ha encantado.

Gracias por egalarnos este buen rato y por tu felicitación en mi blog.

Un beso

Pilar Cabero 18 de enero de 2010, 15:41  

De nada, Nieves.
En cuanto a la felicitación, sin duda te la mereces, no me ha costado nada.
Besitos

Noelia Amarillo 22 de enero de 2010, 23:53  

Dios!! y yo sin leer esta entrada (falta de tiempo te lo juro, he estado super liada) Es preciosa!! Alucinante!! al principio me ha pillado desubicada, no pillaba el truco a que era un libro el que hablaba, pero en cuanto la inteligencia a vuelto a mi, he dicho... OSTRAS!!!

De diez mi niña, de DIEZ!!

Pilar Cabero 23 de enero de 2010, 0:32  

Muchas gracias, Noelia.
La entrada pertenece a Memorias de un libro romántico. Es un libro que poco a poco nos va desvelando su vida.
Espero que te gusten sus andanzas dentro y fuera de la biblioteca ;-P
Besitos

Jo Grass 23 de enero de 2010, 12:19  

Coincido con ÁNGELES: una biblioteca es un escenario perfecto para una historia de amor.

Me encanta ese libro reivindicando su papel y su función.

Hace tiempo que te leo pero por detalles insignificantes de la rutina diaria te tenía en favoritos pero no en mi blogroll. Ahora ya te he enlazado, así estaré informada de cualquier actualización.

Felicidades por los magníficos relatos, por tus novelas y por brindarnos un poco de emoción.
Jo

Pilar Cabero 23 de enero de 2010, 12:38  

Gracias, Jo.
En las bibliotecas pasa de todo, ¿por qué no una historia de amor?
Espero seguir emocionándote.
Besitos

Noelia Amarillo 23 de enero de 2010, 15:57  

Wa!!! he estado mirando "memorias de un libro romántico" y veo que tiene 17 entradas!!! juer, y yo sin verlo!! donde he estado metida que no me he coscado??? por dios, para matarme!! esta noche me pongo al día, que me ha llamado muchísimo la atención la ultima entrada (yo, como siempre empezando la casa por el tejado.. ains)

Pilar Cabero 23 de enero de 2010, 16:43  

Jajaja, no te preocupes, Noelia. Es imposible (al menos para mí) controlar todas las entradas de los blogs.
Ve poco a poco.
Ya me dirás si te gusta.
Besitos

Noelia Amarillo 24 de enero de 2010, 22:51  

Ya está, lo he terminado... chica me está encantando!! es genial!! divertido, dulce, incluso emotio en ocasiones... leches!!! a partir de ahora no pienso quitar el ojo de encima al blog!!

Pilar Cabero 24 de enero de 2010, 23:50  

Noelia, me subes la moral a los cielos.
Seguiré con las andanzas del libro.
Creo que anda susurrándome algo al oído.
Voy a ver si transcribo lo que me cuenta.
Tu sigue escribiendo tus novelas.
Besitos

Pilar Cabero - escritora

Pilar Cabero - escritora
Bienvenida amable lectora y también a ti, lector, a mi humilde casa. Elige un sitio para sentarte y ponte lo más cómodo posible. Sí, ese de ahí está bien. Deja las prisas fuera y disfruta del momento. Puedes quitarte los zapatos y arrellanarte en el sofá. Si tienes paciencia y esperas un poco, pondré algo de música para ambientar. Espero que pases un rato agradable y siéntete como en tu casa.

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Gracias por tu visita.

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