Te amo - Pilar Cabero

La primera vez que me lo dijo aún éramos novios. Fue tan sorpresivo, que no supe qué decir.
Después, una vez casados, lo fue repitiendo al mismo ritmo con el que crecía mi torpeza. Lo aseguró, incluso, delante de nuestros hijos.
Ahora se lo oigo decir cada vez más bajito, aunque sé que él lo está gritando. Y por fin comprendo que durante todos estos años, le he estado oyendo mal:
—Tu amo, tu amo, tu amo…
Y el cuchillo baja una y otra vez.
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Relatos solidarios desde internet


He descubierto esta iniciativa y aunque no sé si participaré, quiero ponerlo por si queréis participar vosotr@s. Lo he copiado directamente del blog de Javier Rivas.

Relatos solidarios desde Internet
Palencia, 6 de Diciembre de 2008
Estimados amigos:A quienes os dedicáis a escribir relatos y además tenéis un blog con presencia continuada en Red quiero pediros que regaléis un cuento, de extensión máxima un folio (doble espacio, tamaño 12 y una sola cara). Con esos relatos publicaremos un libro llamado “Relatos Solidarios desde internet” o parecido – se admiten propuestas – con 50 cuentos, cuya recaudación por venta será donada íntegramente al apadrinamiento de niños a través de la Fundación Vicente Ferrer.
www.fundacionvicenteferrer.org/esp/
La publicación de los 100 primeros ejemplares ya está garantizada. Intentaremos hacer una tirada mayor si las empresas a las que voy a dirigirme colaboran un poco con este proyecto. Por tanto, si quieres ayudar, manda tu relato antes del 1 de marzo de 2009 a mi correo electrónico (javierribas@erabradomin.org), indicando además la dirección de tu blog. En caso de recibir más de 50 textos tendré que seleccionar. Para ello pediré la ayuda de los miembros de la Asociación de Escritores en Red http://www.erabradomin.org/ ya que yo no me considero un buen crítico.
Hasta la fecha límite de recepción, y siempre con vuestra autorización, iremos publicando los textos recibidos en mi blog.
Un fuerte abrazo a todos y adelante. Podemos hacer cosas. Mandarme vuestro mejor cuento.
Javier Ribas
Si pinchas en la fotografía podrás leer los relatos que ya se han enviado.

Ay, ay, ay.


Pues sí, ya se han terminado las fiestas y todo vuelve a la normalidad.
Bueno, no tanto, la nieve cubre las calles y los resbalones están a la orden del día. Cuando veníamos para la biblioteca, hemos tenido un accidente: mi lectora ha patinado en medio de la acera y tras mover los brazos como si fueran aspas de molino, ha conseguido estabilizarse y no dar con su culo en el suelo.
Claro que yo no he tenido tanta suerte. La bolsa donde me llevaba se ha rasgado y he salido despedido. Tras aterrizar a varios metros con las pastas sobre la nieve, me he quedado con las hojas sacudidas por el viento y absorbiendo la humedad de los copos que caían sin descanso.
Brrrrrr, ¡qué frío!
Ella me ha cogido enseguida y ha empezado a sacudir la nieve que manchaba mi portada. Lo malo es que ha puesto tanto ímpetu, que he temido despedazarme del todo.
Una vez satisfecha, hemos entrado en la biblioteca.
Ay, bendito calor.
La lectora ha sido tan amable de contar a la bibliotecaria el accidente que acababa de ocurrir y enseguida me han puesto a secar sobre uno de los radiadores.
Una hora más tarde mis hojas estaban completamente secas y yo esperando a que me llevasen a mi lugar correspondiente o —no caerá esa breva—, al expositor de novedades. Empezaba a aburrirme y quería saber qué tal habían pasado las fiestas mis compañeros de fatigas.
El primer estornudo me ha pillado desprevenido y casi me caigo del radiador. Mis pobres letras se han pegado al papel como lapas para no salir despedidas con los siguientes.
Para cuando me han puesto en mi balda de siempre, no tenía fuerza para mantenerme erguido y me han tenido que sujetar entre dos de mis colegas.
¡Qué balito esdoy!
Pero que mi esdado dan deblorable no os imbida ir a la bibliodeca, bor favor.
¡Hasda brondo! Aaaachísssssss!!!!!
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Nota: La fotografía es de un óleo que pinté hace unos años.

Pilar Cabero - escritora

Pilar Cabero - escritora
Bienvenida amable lectora y también a ti, lector, a mi humilde casa. Elige un sitio para sentarte y ponte lo más cómodo posible. Sí, ese de ahí está bien. Deja las prisas fuera y disfruta del momento. Puedes quitarte los zapatos y arrellanarte en el sofá. Si tienes paciencia y esperas un poco, pondré algo de música para ambientar. Espero que pases un rato agradable y siéntete como en tu casa.

Puedes escribirme en: correo
Gracias por tu visita.

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